Autoestima y placer van de la mano. Tanto que a menudo la autoestima puede ser detonante para una sexualidad plena; y es que una mujer con autoestima alta le brindará al subconsciente un mensaje claro: que ella, y todo su cuerpo, son capaces de complacer y de ser complacidos, de ofrecer amor y de amar, de desear y ser deseados.
Por eso, la sexualidad de la mujer se activa y se potencia luego de una cirugía estética ya que ésta contribuye con el fortalecimiento de su autoestima al permitirle lucir más bella, más sensual, más cerca de su ideal de cuerpo soñado.
La imagen corporal determina poderosamente el nivel de satisfacción sexual de una mujer. Así lo reveló un estudio realizado en la Universidad de Vigo, a través del cual se comprobó que a mayor insatisfacción corporal, menor actividad sexual.
Por eso, una mujer que puede lucir su busto perfecto gracias a una mamoplastia, o un abdomen plano tras un tummy tuck e incluso, glúteos voluptuosos producto de un BBL siempre será una mujer segura y con alta autoestima. No importa la edad, el credo o la clase social.
Y es que la autoestima es la percepción que tenemos de nuestras capacidades, lo que pensamos y sentimos de nosotros mismos, la idea que tenemos de lo que valemos como personas y de cómo lucimos frente a los cánones de belleza actuales.
De allí que en el ámbito sexual la autoestima ejerza un gran poder, pues significa la apreciación que tenemos de nuestra propia capacidad sexual.
Por eso, haz lo que tengas que hacer. Entrena, come sano, ve al salón de belleza y apuesta por la cirugía estética si eso te hiciera falta. Conviértete en la mujer que siempre quisiste ser. Haz de tu vida un sueño y de tu sueño una realidad. ¿Y después? Hazlo con luz encendida.